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El nuevo paradigma de la misión

El desafío es hoy, para nosotros, ahondar nuestra comprensión de la misión a la que hemos sido convocados, en la que hemos sido investidos y consagrados por aquellos cuyos nombres invocamos al comienzo de cada oración: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

La Iglesia que somos "está celebrando las bodas de oro del Pentecostés del Concilio Vaticano II". Ahora podemos "disfrutar de una «nueva visión» y de una «nueva conciencia»", de la que está emergiendo un cambio de paradigma en el modo de comprender la misión.

Tenemos ya "una visión de la misión, no como actividad misional, sino como «misión de Dios». La Iglesia tiene su origen en la «misión del Hijo» y en la «misión del Espíritu» según el designio de Dios Padre. La Iglesia existe gracias a un acontecimiento absolutamente nuevo que acontece en el mundo, en la humanidad: una presencia sorprendentemente nueva de Dios en la tierra".

La misión no se define "ya como una actividad eventual de la Iglesia, sino como su mismo ser". Por lo tanto, "no es la Iglesia la que hace la misión, sino la misión la que hace a la Iglesia" así como hemos de decir que "la Iglesia no tiene una misión, sino que la Misión de Dios tiene una Iglesia".

Pero podemos expandir nuestro lenguaje aún más, hasta el punto de decir que el ser y la existencia de todo hombre "le está enviada, tiene un carácter misivo: «no es que la vida tenga misión, sino que es misión»; por eso la existencia es un mandato, algo que se nos impone y que, en cuanto tal, nos impulsa a vivir y a actuar".

Se hace necesaria, por lo tanto, "una auténtica «conversión misionera» que afecte a las personas, a las estructuras e instituciones".

Si estamos convencidos de que hemos de ahondar en nuestra vida espiritual, entonces hemos de considerar que "la misión es espiritualidad", "y la espiritualidad es misión", es vivir en el Espíritu, actuar desde Él, moverse en Él.

CV Autor

José Cristo Rey García Paredes, cmf, es doctor en Teología, catedrático de Teología de la Vida Consagrada en el ITVR de Madrid y profesor invitado en el Instituto de Teología Pastoral. También es profesor invitado en el instituto Teológico de Vida Religiosa de Manila (ICLA) y en otros centros internacionales. Ha sido director de la revista Vida Religiosa, así como de la Escuela Regina Apostolorum y del Instituto Teológico de Vida Religiosa de Madrid. En la actualidad compagina su labor docente con su labor como escritor y articulista, así como de acompañante y asesor teológico a congregaciones religiosas e instituciones, impartiendo conferencias en diversos países.

Cantidad de páginas: 224

Medidas. 14x20 cm

Cómplices del espíritu

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Tenemos ya "una visión de la misión, no como actividad misional, sino como «misión de Dios». La Iglesia tiene su origen en la «misión del Hijo» y en la «misión del Espíritu» según el designio de Dios Padre. La Iglesia existe gracias a un acontecimiento absolutamente nuevo que acontece en el mundo, en la humanidad: una presencia sorprendentemente nueva de Dios en la tierra".

La misión no se define "ya como una actividad eventual de la Iglesia, sino como su mismo ser". Por lo tanto, "no es la Iglesia la que hace la misión, sino la misión la que hace a la Iglesia" así como hemos de decir que "la Iglesia no tiene una misión, sino que la Misión de Dios tiene una Iglesia".

Pero podemos expandir nuestro lenguaje aún más, hasta el punto de decir que el ser y la existencia de todo hombre "le está enviada, tiene un carácter misivo: «no es que la vida tenga misión, sino que es misión»; por eso la existencia es un mandato, algo que se nos impone y que, en cuanto tal, nos impulsa a vivir y a actuar".

Se hace necesaria, por lo tanto, "una auténtica «conversión misionera» que afecte a las personas, a las estructuras e instituciones".

Si estamos convencidos de que hemos de ahondar en nuestra vida espiritual, entonces hemos de considerar que "la misión es espiritualidad", "y la espiritualidad es misión", es vivir en el Espíritu, actuar desde Él, moverse en Él.

CV Autor

José Cristo Rey García Paredes, cmf, es doctor en Teología, catedrático de Teología de la Vida Consagrada en el ITVR de Madrid y profesor invitado en el Instituto de Teología Pastoral. También es profesor invitado en el instituto Teológico de Vida Religiosa de Manila (ICLA) y en otros centros internacionales. Ha sido director de la revista Vida Religiosa, así como de la Escuela Regina Apostolorum y del Instituto Teológico de Vida Religiosa de Madrid. En la actualidad compagina su labor docente con su labor como escritor y articulista, así como de acompañante y asesor teológico a congregaciones religiosas e instituciones, impartiendo conferencias en diversos países.

Cantidad de páginas: 224

Medidas. 14x20 cm