El pesebre nos habla de la sencillez y a la vez de la grandeza de la promesa de Dios, al enviar a nuestro Salvador envuelto en pañales en un pesebre, donde los pastores vienen a adorar a este pequeño Niño Jesús pero tan grande a la vez.

Jesús, José y María no necesitaron mayores comodidades que la de un establo para entregarse al mundo.

Esta invitación a armar el pesebre es una oportunidad para evocar los momentos vividos por José y María previamente al nacimiento y luego, la felicidad por la llegada del Salvador, en una lección de amor y sencillez.

La idea es que el niño recorte los pastores y en el momento deseado pegarlo para completar la lámina Pesebre con Jesús, María y José.

Cada pastor tiene al dorso un compromiso a cumplir conocido únicamente por el niño y Dios.

En la lámina de pastores para recortar también se encuentra una postal de saludo navideño para que el niño la complete y envíe a quien desee.

Así llegaremos a La Navidad con el pesebre armado y varios compromisos cumplidos que nos harán vivir una verdadera llegada de Jesús.