Siempre imaginamos al desnudo como alguien que carece de suficiente ropa, tal vez el frío que siente o el mal estado de lo lleva puesto. Pero cuando se nos invita a vestir al que lo necesita no es algo físico; es ir más allá. Se trata de proteger la dignidad de nuestro prójimo, cubrir lo que no debe estar expuesto porque lo denigra, lo humilla o lo presenta como mero instrumento a los ojos de los demás. Con suma delicadeza, el Autor de estas páginas nos explica en qué consiste esta obra de misericordia. Haciendo un recorrido por las Sagradas Escrituras, nos demuestra que es uno de los signos del cristiano ser el guardián del hermano.

CV Autor: 

José Luis D'Amico es licenciado y profesor en teología. Lleva muchos años enseñando Sagrada Escritura y lleva escritos numerosas obras en las que nos manifiesta la profundidad de lo que Dios nos dice a través de su Palabra.

Claves

- "Así como vestir al desnudo es un gesto de misericordia, el Padre nos viste desde el perdón y la acogida, para que podamos vivir la alegría de la fraternidad del Reino".

- "Creamos en Dios o no, nuestra salvación se define por los actos de misericordia, sean estos u otros, teniendo en cuenta que todos ellos coinciden con la atención al necesitado".

- "El año de la misericordia puede ser el tiempo en el que reconozcamos que no podemos vivir aisladamente, que debemos cubrir al hermano desnudo simplemente porque merece y le corresponde ser cubierto, porque su cuerpo no puede ser un comercio sino la expresión de la belleza de la creación, porque su desnudez no puede ser traficada por los poderosos que hasta se benefician con las necesidades básicas de sus hermanos".

Cantidad de páginas: 64

Medidas: 11x17